viernes, 12 de junio de 2009

La importancia de este poeta...

Es por poetas como estos, que al menos una pequeña parte de nuestra sociedad es capás de entender y apreciar la sencibilidad y hermosura de diferentes cosas que pueden ser muy abituales de ver, (pero ahi que recordar que ver, no es lo mismo que observar), y que al darse cuenta de lo que seriamos sin ello, apreciariamos, y protegeriamos hasta la muerte, a estas cosas que de una manera muy discreta, nos cambiarian la vida. La poesia es una manera muy hermosa de expresarse, y de mostrarle al mundo lo que es apreciar cosas hermosas y desconocidas realmente; y es por genios como este, que algunos son capáses de querer al mundo como es, pero sin despresiar o dejar pasar pequeños, pero lindos e importantes detalles de el...

Comentarios a Alberto Angel Montoya

Los poemas de este maestro de la prosa se tratan y expresan mas que todo su amor hacia la mujer, el amor, y la sensualidad de ello. En sus poemas expresa de una manera un poco erotica, pero un tanto romantica, dedicatorias a cosas como las manos, los pies, los amantes, la espera a un amor ido y las sensaciones causadas por el enamorarse.
Su amor hacia la mujer lo expresa en poemas como ANA, A UNA AMAZONA, y LELIA, en los que se refiere a distintas mujeres como maravillosas, diosas, sus musas inspiradoras y la causa de su felicidad y tristesa. Tambien se nota su amor hacia sus manos, sus pies, su alma, y su esencia, al expresarse de ellas como lugares o cosas en las que se siente explicitamente, atravez de estos lugares, la maravilla que habita en ellas.

sábado, 6 de junio de 2009

Biografia


(1902 - 1970) Alberto Angel Montoya fue un poeta colombiano, nacido en Santa Fé de Bogotá el 30 de marzo de 1902. Cultor de un tono romántico trabajado en sonetos magistrales.


Enamorado de la bohemia, del amor, y de la mujer, en niveles de suma elegancia, el poeta mereció el calificativo de "Maestro del soneto galante". Y eso fue, con toda justeza y exactitud.


Alberto Montoya pertenecía a una prestante familia bogotana, gracias a su condición social, se dedicó durante toda su vida a deportes como la equitación, el polo y el golf, así como a la tertulia en los clubes bogotanos, la pintura, y la poesía por la que se haría famoso.Su vida estuvo dedicada a la poesía de modo exclusivo.


Sus diversos libros, entre los cuales se destacan "Las vigilia del vino" y "El alba inútil", fueron reunidos en un solo volumen con el título de "Lección de poesía". Falleció el 20 de noviembre de 1970.

viernes, 5 de junio de 2009

Poemas de Alberto Angel Montoya

ANA
He vuelto al puerto tropical que un díamiró el reposo de mi sed livianabajo la sombra de tus brazos. Ana,tu boca era una fruta al medio día.
Después amor y estío en romería.Viajes por hielo en el borgoña grana.Y tras el vino, la caricia vana.Mío el desdén y tuya la porfía.
Hoy de otro cuerpo mi placer se ufana.Al "Café de los guamos" todavía llega en vinos nocturnos la mañana.
Pero un dolor invade mi alegría:no haberte amado cuando fuiste míay amarte ahora que te sé lejana.


EL RETORNO
Fue tan grande y amargo mi despecho,y fue tu angustia en el adiós tan poca,que al recordar la herida de tu bocasoñé con otra igual para mi pecho.
Mas hoy depongo mi rencor. Sospechoque acaso loco yo, tú también loca,el mal que así nuestro dolor provocauno al otro, a la vez, nos lo hemos hecho.
Prueba la copa y el dorado vinoofréceme en tus labios. Adivinoque idéntica a esa flor presa en tu broche,
sumisa al ruego del amor serás.Cómo eres tú, lo comprendí esta noche.Cómo soy yo, tú nunca lo sabrás.


EL RITO
He hallado un rito antiguo, dolor, para que oficietu orgullo su venganza. Asiática moliciesobre cojines blandos. Mágico sueño de opio.Edén imaginario que a la tristeza engañas,colores imposibles y figuras extrañascomo si fueran vistos en un caleidoscopio.
No saber de los odios, envidias y rencores.Creer estar tendido sobre un tapiz de flores.Dejar de ser, o acaso ser todo y no ser nada.Oh sueño que simulas roce de manos de hadasobre los ojos puestas. El mundo qué pequeño.Qué corta la existencia para vivir un sueño.
Frágil entre una nube de túnicas flotantespasa un desfile eterno de cuerpos insinuantesque yo jamás amé.
Y todo en un pesado silencio de nirvana,mientras que, suavemente, de la mesita enanase difunde el aroma de las tazas de té.
Y ella lejos, muy lejos. Tan lejos, tan lejana,que fue un milagro el lecho con ella esta mañana.


LAS MANOS
Yo no sueño con manos gentiliciasblancas como las blancas azucenas.Albas las sueño, mas las sueño plenasde pasión y de eróticas primicias.Manos para los rezos impropicias.Pálidos nidos de azuladas venas.Manos sabias en íntimas caricias.Manos para borrar todas las penas.Manos que entre las uñas afiladasguarden cruentas lujurias ignoradas.y al mandato de sádicos fervores,clavaran su febril concupiscenciaen la misma maniática inconscienciacon que otras manos deshojaran flores.

TU PIE
Nardo y rosa, tu pie guarda una clavede voluptuosidad que me estremece,cuando en la alfombra silenciosa y suave,bajo tu bata, al caminar, florece.Si en las manos lo tomo, me parece,transido al roce de mi tacto, un aveque al sentirse cautiva, desfallece:tan pequeño es que entre mi mano cabe.Ni en la húmeda curva de tu labio,ni en tu seno rotundo, ni en el sabiogiro sensual mi esclavitud persiste.Ese pie, nardo y rosa, diminuto,en el espasmo breve de un minutotornó mi beso eternamente triste.